Balón Intragástrico Endoscópico (Orbera)

Balón Intragástrico Endoscópico (Orbera)

Balón intragástrico BioEnterics Medsil

Balón intragástrico Orbera - Medsil

El Balón Intragástrico Endoscópico consiste en la introducción en el estómago de un globo suave, expansible y resistente de silicona, que se coloca endoscópicamente y se deja flotando libremente dentro del estómago llenándolo parcialmente y provocando la sensación de plenitud y saciedad que facilita el seguimiento de una pauta nutricional-dietética establecida.

El gran valor del Balón Intragástrico Endoscópico es que obliga a regular la cantidad de ingesta, evitando que se coma en exceso y ayudando a seguir una reeducación dietética determinada para adquirir unos hábitos dietéticos y nutricionales adecuados que, además de conseguir perder peso, faciliten seguir manteniendo el peso perdido una vez retirado el balón.

La amplia experiencia ya obtenida y las características de seguridad y eficacia que supone este procedimiento hace que sea un tratamiento cada día más frecuente.

Indicaciones

Siempre bajo supervisión médica, el Balón Intragástrico Endoscópico o BIE está indicado en aquellos casos de pacientes que, habiendo seguido múltiples tratamientos dietéticos y/o farmacológicos, no hayan conseguido una reducción significativa de su peso, principalmente en aquellos casos de obesidad moderada y algunas situaciones de Sobrepeso y Obesidad leve.

Las principales indicaciones del Balón Intragástrico Endoscópico son:

  • Pacientes que han intentado múltiples dietas sin éxito.
  • Capacidad para entender los objetivos del tratamiento y el seguimiento a realizar.

Criterios según el IMC:

  • En algunos casos de sobrepeso y obesidad leve con IMC<30.
  • En obesidad moderada con IMC entre 30 – 35.
  • En algunos casos de obesidad severa con IMC entre 35-40 sin enfermedades asociadas.
  • Cuando el IMC>40, el mejor tratamiento es la cirugía bariátrica, aunque en determinados pacientes que rechazan la cirugía se puede intentar utilizar como alternativa no quirúrgica.

Colocación

La colocación del Balón Intragástrico Endoscópico es un procedimiento sencillo, rápido y sin efectos adversos.

El procedimiento consiste en colocar por vía endoscópica (no quirúrgica) el balón desinflado dentro del estómago, llenarlo con una solución salina estéril y dejarlo flotante libremente.

Es un procedimiento seguro y rápido, que se realiza bajo sedación profunda, por lo que el paciente no siente ninguna molestia ni dolor.

Además, es un procedimiento ambulatorio, de tal manera que una vez realizada la colocación del balón, el paciente vuelve a su domicilio, pudiendo realizar su actividad habitual en los próximos días.

En general, es normal que los primeros días de adaptación al balón se presenten molestias gástricas, náuseas e incluso inicialmente algún vómito, por lo que se tiene que seguir una dieta y una medicación establecidas.

Es un tratamiento seguro y las complicaciones son mínimas e infrecuentes, no obstante y dado que excepcionalmente pueden presentarse, es conveniente que se valore con el médico especialista para individualizar los riesgos e informarse adecuadamente.

Contraindicaciones

Las principales contraindicaciones consisten en algunas enfermedades digestivas importantes, algunas intervenciones quirúrgicas previas, el alcoholismo o la drogadicción activas, el embarazo, algunos tratamientos farmacológicos y algunas enfermedades psiquiátricas que el médico se encargará de valorar.

Duración y evolución del Balón Intragástrico Endoscópico

El tratamiento con el balón dentro del estómago es de 6 meses. Una vez completados, su extracción es igualmente segura y sencilla, volviendo la morfología gástrica a las características y dimensiones similares a la que presentaba previamente a la colocación, pero acostumbrado a otros hábitos alimenticios.

Aunque no se puede garantizar una determinada pérdida de peso, la tasa de buenos resultados oscila en torno al 80% de los pacientes tratados, con una media de reducción de peso entre 15 y 20 Kg, aunque variable según las características y el correcto seguimiento de cada persona, pudiendo conseguirse resultados inferiores o incluso superiores (hasta 30 kg).

No obstante, los seis meses que dura el tratamiento tienen que servir como incentivo y motivación para reeducar al paciente en sus hábitos alimenticios y en su estilo de vida, ayudándolo así a mantener el peso perdido.

En este sentido, es aconsejable plantearse un programa de mantenimiento del peso perdido controlado en nuestro Servicio integrado por un equipo de especialistas en endocrinología, nutrición, dietética y/o psicología si se precisa.